El mercado de segunda mano en videojuegos en Argentina tiene una historia y dinámica particular que refleja no solo la evolución tecnológica y cultural del país, sino también las condiciones económicas y sociales que afectan el acceso a este tipo de entretenimiento.
En un país donde la inflación, el tipo de cambio y los impuestos influyen de manera directa en el precio de productos tecnológicos, el mercado de usados se presenta como una alternativa fundamental para muchos jugadores.
A lo largo de este artículo, exploraremos este fenómeno tomando como ejemplos emblemáticos la Brick Game, la Game Boy y la Nintendo Switch, para entender cómo estas consolas han marcado generaciones y cómo su mercado de segunda mano se ha desarrollado en el contexto argentino.
La Brick Game: el clásico popular y accesible
La Brick Game es una consola portátil que se popularizó en Argentina durante la década de 1990 y principios de los 2000 como una alternativa económica y accesible para acceder al mundo de los videojuegos. De origen chino, esta consola se caracterizaba por su diseño sencillo y funcional, con una pantalla LCD monocromática que mostraba juegos clásicos como Tetris, Arkanoid, Frogger y Snake.

A pesar de su simplicidad, la Brick Game logró conquistar a una gran cantidad de niños y adolescentes que no podían acceder a consolas más costosas. En Argentina, la Brick Game se ganó un lugar especial en la cultura popular, llegando a ser conocida coloquialmente como la “maquinita china” o el “Game Boy de los pobres”.
Su bajo precio, que en su momento podía costar apenas unos pocos pesos o dólares, la convirtió en un fenómeno masivo, ya que permitía a muchas familias con presupuestos limitados ofrecer a sus hijos una forma de entretenimiento digital sin necesidad de realizar grandes inversiones. La facilidad para encontrar estas consolas en kioscos, ferias y tiendas de barrio también contribuyó a su popularidad.
En el mercado de segunda mano, la Brick Game sigue teniendo un valor especial, aunque no tanto por su funcionalidad, que es bastante básica y limitada, sino por el valor nostálgico que representa para quienes crecieron con ella. Hoy en día, es común encontrar estas consolas en ferias de antigüedades o en grupos de coleccionistas, donde se valoran no solo por su estado, sino también por la historia que llevan consigo.
Aunque la tecnología ha avanzado mucho, la Brick Game sigue siendo un símbolo de la accesibilidad y la diversión sencilla, un recuerdo de una época en la que los videojuegos comenzaban a popularizarse en Argentina.
Game Boy: la revolución portátil que marcó generaciones

Si la Brick Game fue la puerta de entrada para muchos, la Game Boy de Nintendo representó un salto cualitativo en la experiencia de juego portátil y marcó un antes y un después en la historia de los videojuegos en Argentina. Lanzada a finales de los años 80 y con gran popularidad durante los 90 y principios de los 2000, la Game Boy ofrecía una calidad gráfica y una variedad de juegos que superaban ampliamente a las consolas chinas de bajo costo.
La Game Boy se convirtió en un objeto de deseo para niños y adolescentes, no solo por su tecnología, sino por su catálogo de juegos icónicos que incluían títulos como Pokémon, Super Mario, The Legend of Zelda y Donkey Kong. Estos juegos no solo entretenían, sino que también crearon comunidades y culturas alrededor de ellos, generando una pasión que perdura hasta hoy.
En Argentina, la Game Boy fue la consola portátil por excelencia durante muchos años, y su éxito se reflejó en la gran cantidad de usuarios que la adoptaron. El mercado de segunda mano para la Game Boy es muy activo en el país. Muchos coleccionistas y jugadores nostálgicos buscan consolas en buen estado, con sus cajas originales y juegos, lo que puede incrementar considerablemente el valor de la consola.
Además, existen diferentes modelos, como la Game Boy original, la Game Boy Color y la Game Boy Advance, cada uno con características y precios distintos. En ferias, tiendas especializadas y plataformas online, es común encontrar estas consolas usadas a precios variables que dependen del estado, la versión y la inclusión de accesorios o juegos originales.
En un contexto económico donde la compra de consolas nuevas puede resultar inaccesible para muchos, la Game Boy usada representa una opción viable para quienes quieren revivir la experiencia de los videojuegos clásicos o iniciar a las nuevas generaciones en la historia gamer. Además, el mercado de segunda mano permite que estas consolas sigan funcionando y siendo disfrutadas, evitando que se conviertan simplemente en objetos de colección sin uso.
Nintendo Switch: la consola moderna y su mercado de usados
La Nintendo Switch, lanzada en 2017, representa la última generación de consolas portátiles e híbridas, combinando la posibilidad de jugar en modo portátil con la experiencia tradicional conectada a un televisor. Esta consola ha tenido una gran aceptación en Argentina, donde la comunidad gamer crece constantemente y busca nuevas formas de entretenimiento digital.
A diferencia de las consolas clásicas, la Nintendo Switch ofrece tecnología avanzada, gráficos de alta calidad y una biblioteca de juegos muy diversa que incluye tanto títulos exclusivos de Nintendo como juegos multiplataforma. Además, la consola tiene versiones diferentes, como la Switch estándar, la Switch Lite y la Switch OLED, que se adaptan a distintos tipos de usuarios y presupuestos.
Sin embargo, el precio de la Nintendo Switch nueva en Argentina suele ser elevado, debido a factores como la inflación, el tipo de cambio y los impuestos a la importación. Esto genera que muchos usuarios opten por el mercado de segunda mano para adquirir la consola a un costo más accesible. En este sentido, la compra y venta de Nintendo Switch usadas ha crecido considerablemente en los últimos años, tanto en tiendas físicas especializadas como en plataformas online y grupos de redes sociales.
El mercado de segunda mano para la Switch presenta ciertos desafíos, ya que los compradores deben evaluar cuidadosamente el estado del equipo, la duración de la batería, la funcionalidad de los controles y la garantía, si es que existe. Además, la presencia de juegos digitales y cuentas vinculadas a la consola puede complicar la transferencia entre usuarios. A pesar de esto, la demanda sigue siendo alta, y muchos jugadores ven en el mercado de usados una oportunidad para acceder a una consola moderna sin pagar el precio completo de un producto nuevo.
Un factor que ha influido positivamente en el acceso a juegos y consolas en Argentina es la reciente flexibilización de algunas restricciones cambiarias y la reducción de impuestos sobre la compra de videojuegos digitales.
Esto ha permitido que más usuarios puedan adquirir juegos de manera legal y a precios más competitivos, aunque el costo de las consolas físicas sigue siendo elevado. En este contexto, el mercado de segunda mano sigue siendo una pieza clave para mantener la accesibilidad y la diversidad en el mundo gamer argentino.