El universo de los que coleccionan distintos objetos es tan diverso, como apasionante. Los elementos que se atesoran pueden ir desde monedas antiguas o de diferentes países, cuadros, vinilos, elementos de arte, juguetes o autos retro, y más.
Sin embargo, más allá de la fascinación que puedan despertar los diferentes objetos u elementos, existen ciertos requerimientos que los coleccionistas tienen en cuenta al momento de incorporar algo nuevo a su colección.
Teniendo en cuenta esto, a lo largo de este artículo analizaremos en detalle los criterios que aplica un coleccionista para decidir si una pieza vale la pena, o no y qué razones lo motivan.
Criterios que tiene en cuenta un coleccionista
Estética y diseño
En colecciones de arte, piezas vintage, objetos de moda o de diseño o muebles, la estética aumenta de forma considerable el interés de los coleccionistas. En este caso, este aspecto puede tener más peso que si es un objeto singular o si tiene un valor histórico.
Esto se debe a que muchos coleccionistas aprecian esta característica, y la eligen por sobre las otras. Esto suele verse mucho en todo lo que englobe al universo mobiliario del hogar, como sillas o sillones, mesas de antaño, muebles zapateros, espejos y demás.

Autenticidad
Sin dudas, uno de los aspectos que los coleccionistas consideran fundamental a la hora de elegir un objeto es la autenticidad y, muchas veces, verificarla puede llegar a ser un dolor de cabeza tan grande que no se va ni con un Tafirol. Por más atractivo o raro que sea, si no posee un origen genuino, el objeto pierde su valor de forma automática.
De esta manera, para estar seguros sobre este aspecto, los coleccionistas recurren al pedido de todo tipo de documentos que avalen la autenticidad de la pieza u objeto, como certificados, firmas, sellos, análisis técnicos o incluso la opinión de diferentes expertos. Esto se debe a que la falsificación es un peligro latente en el mundo del coleccionismo. Por esto, los coleccionistas desarrollan diferentes habilidades que también le permiten detectar cualquier tipo de irregularidad, para evitar ser estafados.
Estado de conservación
Otro criterio clave es el estado de conservación de la pieza u objeto. Los especialistas en el área, tienen como requisito el revisar siempre si hay algún desgaste, daño, o alteración aparejada con el paso del tiempo. Dicho esto, cuanto más conservada esté una pieza u objeto, mayor será su valor.

Un ejemplo de ello son los juguetes de colección que aún se encuentran en su caja, o los vinilos que preservan sus fundas; en ambos casos, resultan muy atractivos y buscados.
Rareza
La rareza es una característica que despierta gran interés para los coleccionistas. Por ello, mientras más extraño y escaso sea un objeto, más deseado se vuelve. Esto puede darse cuando el objeto pertenece a una edición limitada, un diseño que por alguna razón se discontinuó, o algún tipo de error de fabricación.
De esta manera, esta característica hace que un objeto se vuelva único y, por tanto, eleve su valor económico y emocional.
Valor histórico o simbólico
Son numerosos los coleccionistas alrededor del mundo que consideran que el contexto donde un objeto fue producido, le agrega valor. Este criterio suele aplicarse, por ejemplo, en autógrafos firmados en una fecha especial, en un vestuario que haya utilizado una celebridad o en una entrada a un recital muy recordado.
De esta manera, el objeto despierta la nostalgia en el coleccionista ya que representa vivencias, una época o vivencia específica.
Proyección de valor
En varias ocasiones, los coleccionistas consideran una pieza porque piensan que tendrá un potencial valor a futuro. Esto se da especialmente en aquellos que logran sumar a esta práctica, una visión de inversión. De esta manera, tratan de visualizar si una pieza puede mantener o aumentar su valor, con el paso del tiempo.
Incluso, muchas veces sucede que algunos objetos pasan de tener un costo accesible, a aumentar su valor a una escala muy alta un tiempo después, por diversos factores como fechas especiales, consideraciones culturales o descubrimientos de artistas.
Los coleccionistas que aplican este criterio poseen además de intuición, conocimiento acerca de movimientos del mercado.
Historia y procedencia
Otro aspecto crucial es la historia y procedencia de la pieza u objeto. Sobre todo, en elementos antiguos, colecciones de arte o instrumentos musicales es de mucha consideración saber su procedencia, si tiene una historia con peso o si perteneció a alguien importante con anterioridad.
Esto sin duda añade una característica que aumenta notablemente su valor, ya que su historia puede ser más importante que la pieza en sí misma.
Disponibilidad y oportunidad
En varias ocasiones, los coleccionistas buscan oportunidades únicas en el mundo. Esto se debe a que existen piezas que no se ven con mucha frecuencia, y que sólo se dan a conocer en lugares como ferias, subastas o ventas en el ámbito privado, en donde para realizar una compra hay que actuar con mucha rapidez.
Así también, la disponibilidad de una pieza u objeto también requiere que se considere el precio y los requisitos de compra. Un ejemplo de esto se da cuando algunos objetos se encuentran a la venta por muy poco tiempo y no vuelven a salir a la venta.
Por ello, los coleccionistas se encuentran permanentemente alertas a que surjan novedades sobre ciertos artículos que son de su interés.
Deseo personal
Por último, pero no por ello menos importante, lo que más buscan los coleccionistas es conseguir satisfacer su deseo personal, plasmado en aquello que buscan coleccionar.
Y justamente aquello que enciende la chispa de ese deseo, no siempre está relacionado con aspectos racionales. La mayoría de las veces, se trata nada más ni nada menos, que de una conexión profunda con el objeto.
Coleccionar: una pasión que trasciende el objeto
Como hemos visto a lo largo de este artículo, coleccionar no se trata de acumular objetos o piezas de valor. Más bien representa una forma de expresarse, de forjar un vínculo con el pasado y de construir identidad.
Esto puede entenderse si logramos ver un objeto como algo que puede representar un pedazo de historia, una victoria, un recuerdo o una travesía.
Sin dudas, cuando los coleccionistas aplican criterios de selección, lo hacen teniendo en cuenta múltiples factores, pero sin dejar de lado el más significativo, aquel que satisface su deseo personal.